1 1 (1b) Señor, mi protector, a ti clamo. ¡No te niegues a responderme! Pues si te niegas a responderme, ya puedo contarme entre los muertos.
2 Oye mis gritos cuando te pido ayuda, cuando extiendo mis manos hacia tu santo templo.
3 No me arrastres junto con los malvados, no me hagas correr la suerte de los malhechores, que por fuera se muestran amistosos pero por dentro son todo maldad.
4 Dales su merecido, conforme a sus malas acciones; págales con la misma moneda, conforme al mal que han cometido.
5 Ya que no tienen presentes las cosas que hizo el Señor, ¡que él los destruya y no los vuelva a levantar!
6 ¡Bendito sea el Señor, que ha escuchado mis ruegos!
7 El Señor es mi poderoso protector; en él confié plenamente, y él me ayudó. Mi corazón está alegre; cantaré y daré gracias al Señor.
8 El Señor es la fuerza de su pueblo; es ayuda y refugio de su rey escogido.
9 Salva a tu pueblo, Señor; bendice a los tuyos. Cuídalos como un pastor; ¡llévalos en tus brazos para siempre!